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Foto del escritorPs. Jessé Burgos Fuentes

Trastorno Bipolar: la importancia de reconocerlo a tiempo. Parte 1.

El Trastorno Bipolar (TB) es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en el mundo (se estima el 4% de la población mundial), caracterizada por cambios en el estado de ánimo de la persona, los cuales se explican por alteraciones biológicas en los mecanismos neuronales encargados de su regulación.


Normalmente se identifica un patrón familiar de alteraciones anímicas: padres, hermanos/as, abuelos/as, etc., con depresiones no tratadas, alcoholismo o antecedentes de suicidio. El TB se presenta usualmente asociado a otras manifestaciones como trastornos de ansiedad, abuso de sustancias, trastornos de personalidad. Una persona puede tardar 8 años en recibir un diagnóstico correcto. Se estima que el 40% de las personas diagnosticadas, no recibirá un adecuado tratamiento.


Cuando el estado de ánimo se encuentra en niveles normales, se denomina eutimia, permitiendo a la persona desarrollar su vida con el nivel de energía suficiente para satisfacer sus necesidades personales y funcionales. Las alteraciones al estado de ánimo se presentan en episodios, los cuales van desde una alta activación (manía) a una grave disminución (depresión):


Episodio maníaco: la persona presenta un estado de ánimo muy elevado, por momentos eufórico, sintiéndose lleno de energía. Este episodio puede generar graves dificultades en la vida de la persona, poniendo en riesgo su vida o la de otras personas, requiriendo en los momentos más intensos de hospitalización. Los posibles síntomas son:

- Aumento notorio de la actividad

- Disminución de la necesidad de dormir

- Euforia

- Hablar más de lo habitual

- Irritabilidad

- Sensación de pensamiento acelerado

- Grandiosidad

- Desconcentración

- Aumento de la sociabilidad

- Búsqueda compulsiva de actividades placenteras

- Manifestaciones psicóticas (delirios)


Episodio hipomaníaco: es un periodo de ánimo elevado, expansivo, a veces irritable, que dura dos o más días, donde la persona siente una clara diferencia con su estado habitual. Se aprecian síntomas similares a la manía, pero de presentación leve sin alterar significativamente el funcionamiento habitual de la persona, de hecho, puede generar sensación de gran confianza en sí misma.

Episodio depresivo: es un periodo de ánimo muy disminuido, resulta distinto a la sensación de tristeza (Velásquez, 2020) pudiendo afectar gravemente el funcionamiento normal de la persona en su trabajo, relaciones sociales e incluso el cuidado de sí mismo. Los principales síntomas son:

- Estado de ánimo depresión

- Incapacidad para expresar placer

- Alteraciones en el sueño (aumento o disminución)

- Variaciones bruscas en el peso corporal

- Fatiga y falta de energía

- Baja autoestima

- Falta de concentración

- Pensamientos de muerte


Episodio mixto: durante este período la persona puede experimentar al mismo tiempo síntomas de ambos extremos (manía/depresión). Algunas manifestaciones habituales son:


- Ansiedad extrema

- Hiperactividad

- Irritabilidad y hostilidad

- Mal humor

- Pensamientos delirantes (ideas con gran sentido para la persona que se alejan de la realidad)

- Aceleración del pensamientos con ideas negativas de tipo depresivo


Las formas de presentación del TB son muy diferentes en cada persona. A fin de comprender y estudiar mejor esta condición, se han definido categorías en función de los tipos de episodios que se presenten en el tiempo:


TB Tipo I: es el variación más clásica y difundida mediante la cultura popular, lo que lamentablemente genera gran cantidad de estereotipos negativos sobre esta condición. Se caracteriza por episodios maníacos intensos que a veces requieren hospitalización. Cuando la persona se recupera, normalmente le parece increíble haber llegado a pensar y hacer algunas de las cosas que hizo. Esta fase puede ser seguida inmediatamente, o después de un tiempo, por episodios depresivos o mixtos.


TB Tipo II: en esta variación la euforia no es tan intensa, la manifestación es más cercana a la hipomanía y se caracteriza por irritación y disminución de la necesidad de dormir. Este episodio se alterna con episodios depresivos intensos, siendo el momento más frecuente de la consulta, por lo que la mayoría de las personas no recuerdan o atribuyen poca importancia a los episodios hipomaníacos. El diagnóstico suele solaparse con Episodio Depresivo Mayor, en cuyo caso se genera un plan de tratamiento incorrecto e ineficaz.


TB Tipo III: en esta variación el primer episodio maníaco o hipomaníaco es inducido por sustancias y/o medicamentos (antidepresivos, corticoides) sin historial previo de episodios de este tipo. La mayoría de las personas que presentan este tipo de TB consultan por sintomatología ansiosa.


Ciclotimia: se caracteriza por una sucesión de episodios hipomaníacos y depresivos de poca intensidad, lo que lo diferencia del TB tipo II. Generalmente es percibido por los demás como una persona de "carácter inestable", oscilando entre un episodio y otro, siempre de intensidad leve-moderada.


Respecto a la edad de inicio, lo más frecuente es que entre los 20 y 35 años se desarrolla el primer episodio maníaco, hipomaníaco, depresivo o mixto. Sin embargo, es posible apreciar manifestaciones sutiles de los síntomas ya en la adolescencia (14-19 años).


El diagnóstico es clínico. Se realiza a través de varias entrevistas, requiriendo una acabada revisión de la sintomatología del episodio más reciente por el que consulta, antecedentes personales y familiares, antecedentes del funcionamiento actual y previo de la persona, evolución de la enfermedad y respuestas al tratamiento. Por el momento no hay estudios médicos complementarios. Los profesionales más calificados para diagnóstico son Médico Psiquiatra y Psicólogo Clínico.





Cuando el inicio del trastorno es con episodio de manía normalmente se pesquisa en servicios de urgencia psiquiátrica. La mayoría de las personas consulta con especialista cuando vive un episodio depresivo de mayor intensidad o por síntomas de ansiedad. Generalmente, las personas no logran identificar con facilidad un episodio de hipomanía ya que, en efecto, no interrumpe negativamente en la vida diaria. Esto lleva a diagnósticos incompletos, como episodio depresivo único o trastorno de ansiedad, no siendo posible un abordaje efectivo.


Hasta aquí, esta primera parte pretende informar de manera clara y científicamente validada, las diversas características y presentaciones del Trastorno Bipolar, a fin de que dar a conocer estos aspectos a la población, contribuyendo a la detección precoz y a erradicar estereotipos negativos hacia el TB sostenidos en el desconocimiento. En una segunda entrega, se revisarán la evolución de la enfermedad, tratamientos actuales y psicoeducación y el importante rol de familiares y cercanos con la persona que vive con TB.


Referencias


Colom, F. y Vieta, E. (2004). Manual de psicoeducación para el trastorno bipolar. Barcelona: Ars Médica


Velásquez, T. (2020). Tristeza y depresión ¿Cómo saber cuándo recurrir a un/a profesional? Colección de artículos del Centro Psicológico Verdán. Disponible en https://www.verdan.cl/post/tristeza-y-depresi%C3%B3n-c%C3%B3mo-saber-cu%C3%A1ndo-recurrir-a-un-a-profesional





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