El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno con alta prevalencia, por lo que es probable que la mayoría de la población haya escuchado o leído acerca de este. Al ser ampliamente conocido, puede tender a confundirse con otros factores, haciéndose indispensable conocer las diferencias entre la afección clínica y otras dificultades esperables de atención que la mayoría de la población podría experimentar en algún punto de su vida.
En ese sentido, la norma nos señala que las dificultades esperables de atención se circunscriben dentro de periodos específicos de tiempo donde existen condiciones desfavorables para las funciones ejecutivas (todas aquellas funciones que nos ayudan a lograr una meta orientada a futuro), como por ejemplo, períodos de alto estrés, falta de sueño, fatiga, nutrición deficiente u otras afecciones en salud mental como la presencia de ansiedad o trastornos del ánimo.
Por otra parte, y como primer punto importante para identificar un TDAH, es que este forma parte de las afecciones del neurodesarrollo, por tanto, si bien en algunos casos no es diagnosticado hasta la adultez, la sintomatología debe siempre presentarse desde la infancia (antes de los 12 años). Otro aspecto a considerar, es que se caracteriza por un patrón de inatención persistente que puede o no estar acompañado de hiperactividad e impulsividad, y para ser catalogado como un trastorno, estos síntomas deben impactar en el funcionamiento social, familiar y laboral o académico del individuo, deteriorando su calidad de vida.
Complementando lo anterior, a modo de comprender los conceptos claves en el diagnóstico, inatención hace referencia a la dificultad para sostener la atención en un estímulo específico; por su parte, hiperactividad hace referencia a la actividad motora excesiva, se muestra como inquietud y actividad mental acelerada; y finalmente, impulsividad hace referencia a acciones precipitadas en respuesta a la imposibilidad de retrasar una recompensa o gratificación, las cuales son realizadas sin pensar en posibles consecuencias a mediano o largo plazo.
¿Cómo se ven estas dificultades?
En términos de inatención, una persona con la afección clínica mantiene al menos 5 de las siguientes dificultades:
Con frecuencia no logra prestar adecuada atención a los detalles o comete errores por descuido en el trabajo o en otras actividades.
Con frecuencia tiene problemas para mantener la atención en tareas o actividades recreativas.
Con frecuencia pareciera que no escucha cuando se le habla directamente o en reuniones.
Con frecuencia no tiene problemas para empezar y terminar proyectos.
Con frecuencia tiene problemas para organizar tareas y actividades.
Con frecuencia tiende a procrastinar o muestra poco entusiasmo para iniciar tareas que requieren un esfuerzo cognitivo sostenido.
Con frecuencia pierde artículos personales o necesarios (libros, herramientas, billeteras, llaves, lentes, celulares, entre otros).
Con frecuencia se distrae con facilidad con sonidos o movimientos del exterior y hay dificultad para retornar a la tareas que se estaba realizando previamente.
Con frecuencia se olvida de las cosas durante las actividades diarias.
Por otra parte, en términos de hiperactividad e impulsividad, debe cumplir con al menos 5 de los siguientes criterios:
Con frecuencia se mueve en exceso, manipula objetos con las manos constantemente o mueve las extremidades de manera repetitiva.
Con frecuencia tiene dificultades para adaptarse a trabajos de oficina o deja su asiento en situaciones en las que se espera que se quede sentado.
Con frecuencia tiene una sensación de inquietud.
Con frecuencia no puede participar en actividades recreativas de manera tranquila.
Con frecuencia habla rápido y de manera excesiva.
Con frecuencia da respuestas antes de que se termine la pregunta.
Con frecuencia le cuesta esperar turnos de manera tranquila.
Con frecuencia interrumpe a otros o se inmiscuye.
Con frecuencia puede tener dificultades para regular la expresión de sus emociones, tendiendo a reaccionar de manera inadecuada.
Con frecuencia puede conllevar a conductas que representen un riesgo ya que toma decisiones de manera apresurada.
Concluyendo, el TDAH es un trastorno de origen neurológico con alta prevalencia en Chile y para poder diferenciar sus síntomas de otras dificultades de atención, hay que considerar que los síntomas deben tener su inicio en la infancia y que es un patrón persistente, por lo que no se circunscribe a períodos aislados en la vida de la persona (por ejemplo, dificultades de atención durante el cierre de semestre únicamente). Además, no depende del contexto en el que la persona se encuentre (por ejemplo, en el colegio, el hogar, el trabajo, etc) sino que persiste como experiencia general.
Debe presentar al menos 5 dificultades de las que se mencionan anteriormente y existir un deterioro de la calidad de vida en dos o más áreas (social, familiar, laboral o académico) a raíz de la sintomatología.
Referencias
American Psychiatric Association, APA. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5 (5a. ed.)
Freire, P., & Vergara, J. (2010). Caracterización neuropsicológica del trastorno por déficit atencional con hiperactividad en el adulto.
Hernandez, F.; Plaza, J. & Kreither, J. (2021). Trastorno por Déficit Atencional e Hiperactividad en adultos: Una revisión sistemática de abordajes terapéuticos. Psicoperspectivas, 20(1), 44-55. https://dx.doi.org/10.5027/psicoperspectivas-vol20-issue1-fulltext-2095
Kooij, J,. Bijlenga D, Salerno L, Jaeschke R, Bitter I, Balázs J, Thome J, Dom G, Kasper S, Nunes Filipe C, Stes S, Mohr P, Leppamaki S, Casas M, Bobes J, Mccarthy J, Richarte V, Kjems Philipsen A, Pehlivanidis A, Niemela A, Styr B, Semerci B, Bolea-Alamanac B, Edvinsson D, Baeyens D, Wynchank D, Sobanski E, Philipsen A, McNicholas F, Caci H, Mihailescu I, Manor I, Dobrescu I, Saito T, Krause J, Fayyad J, Ramos-Quiroga JA, Foeken K, Rad F, Adamou M, Ohlmeier M, Fitzgerald M, Gill M, Lensing M, Motavalli Mukaddes N, Brudkiewicz P, Gustafsson P, Tani P, Oswald P, Carpentier PJ, De Rossi P, Delorme R, Markovska Simoska S, Pallanti S, Young S, Bejerot S, Lehtonen T, Kustow J, Muller-Sedgwick U, Hirvikoski T, Pironti V, Ginsberg Y, Felegyhazy Z, Garcia-Portilla MP, Asherson P. Updated European Consensus Statement on diagnosis and treatment of adult ADHD. Eur Psychiatry. 2019 Feb;56:14-34.