Nuestro cuerpo recibe estímulos del entorno a través de nuestros sentidos, lo que permite la realización del procesamiento sensorial. Este proceso organiza gradualmente las sensaciones, posibilitando el uso efectivo y coordinado del cuerpo.
La integración sensorial, un proceso mayormente inconsciente, desempeña un papel fundamental en la organización y selección de la información ambiental crucial, permitiéndonos responder de manera eficaz. En otras palabras, constituye el cimiento para la coordinación entre el cuerpo y la mente, además de ser la base del comportamiento académico y social.
¿Cuáles son nuestros sentidos?
Olfato: Esta capacidad nos permite percibir los aromas del entorno a través de los receptores olfativos ubicados en la parte superior de la cavidad nasal.
Gusto: Es la capacidad de identificar los sabores de los alimentos y líquidos mediante las papilas gustativas presentes en la lengua y en otras áreas de la boca.
Tacto: Nos permite discernir los límites de nuestro cuerpo al experimentar sensaciones como presión, calor o dolor al entrar en contacto con objetos externos a nuestro organismo.
Vista: Es el sentido sensorial que permite a los seres vivos percibir y procesar la luz y las imágenes visuales del entorno.
Audición: Es el sentido que nos habilita para percibir y procesar los sonidos presentes en nuestro entorno.
Propiocepción: Este sistema nos permite tener conciencia de la posición de nuestro cuerpo y de los músculos que debemos mover o relajar.
Sistema Vestibular: Se refiere al sistema sensorial que reacciona ante la posición de la cabeza en relación con la gravedad y el movimiento de aceleración y deceleración. Coordina los ajustes del cuello, los ojos y el cuerpo al movimiento.
Interocepción: Este concepto hace referencia a la capacidad de percibir y comprender las señales internas del cuerpo, como el latido del corazón, la respiración, la sensación de hambre, la sed y otros estados fisiológicos.
¿Cuándo se habla de una buena integración sensorial?
Algunas características de una buena integración sensorial incluyen:
Respuestas Apropiadas: Las respuestas a estímulos sensoriales son proporcionales y adecuadas. Por ejemplo, una persona puede responder de manera calmada a un ruido fuerte o de manera excitada a una actividad emocionante.
Adaptabilidad: La capacidad de ajustarse a diferentes tipos de estímulos y entornos sensoriales. Una persona con una buena integración sensorial puede lidiar eficientemente con cambios en la luminosidad, el ruido o las texturas sin sentirse abrumada.
Filtrado Efectivo: La habilidad de filtrar la información sensorial irrelevante para centrarse en lo que es importante en un momento dado. Esto permite concentrarse en tareas específicas y evitar la distracción por estímulos secundarios.
Conciencia Corporal: Tener una comprensión clara de la posición, movimiento y estado físico del propio cuerpo. Esto facilita la coordinación motora y la sensación de seguridad en el espacio.
Regulación Emocional: Una buena integración sensorial también está relacionada con la autorregulación emocional. Las personas con una integración sensorial eficiente pueden regular sus emociones y niveles de energía de manera más efectiva.
¿Cómo reconocer problemas de integración sensorial?
Niños/as de pre básica:
Presentan molestas ante ruidos de electrodomésticos comunes
Dificultad en el trabajo manipulativo motor
Dificultad para mantenerse sentado (alta actividad motora)
Ansiedad frente a cambios de rutinas (eventos repentinos)
Problemas de coordinación (chocar, golpear)
Utilización de fuerza excesiva (romper lápices)
Niños/as de básica:
Juego solitario
Dificultad en las texturas
Hiperactividad
Se tapan los oídos ante ruidos fuertes
Girar sobre su propio eje
No se dan cuenta de que se ensucian
Tienen alta tolerancia al dolor
Adolescentes:
Distracción fácil
Búsqueda de constante movimiento
Dificultades para organizarse y planificar
Evitación para realizar actividades en el colegio
Dificultades para la expresión emocional
Muerden constantemente el lápiz y otros objetos.
¿Qué puedo hacer si mi hijo/a presenta alguna dificultad de integración sensorial?
Es fundamental tener en cuenta que la identificación de problemas de integración sensorial debe ser abordada por profesionales especializados, entre ellos Terapeutas Ocupacionales. Además, puede ser necesario colaborar conjuntamente con psicólogos, psicopedagogos y fonoaudiólogos según las necesidades específicas.
Este proceso implica llevar a cabo una evaluación enfocada en descubrir el perfil sensorial del niño, adolescente o individuo en cuestión. Esta evaluación proporciona la base para una intervención personalizada y adecuada que se adapte a las características identificadas en el proceso de evaluación.
Relaciones entre Déficit Atencional e integración sensorial
Aunque aún se profundiza en la exploración de la relación entre la integración sensorial y el TDAH, las pruebas crecientes apuntan a una interconexión entre estos dos ámbitos. Entre los aspectos cruciales se encuentran:
Respuestas Sensoriales Inusuales: Se ha observado que las personas con TDAH pueden reaccionar de manera anormal o intensa ante estímulos sensoriales. Esto podría manifestarse como una hipersensibilidad al ruido, dificultades en la filtración de información sensorial no relevante o una búsqueda constante de estímulos nuevos para mantener la atención.
Desafíos en la Autorregulación: Tanto la integración sensorial como el TDAH están estrechamente ligados a la autorregulación. Aquellos con TDAH pueden enfrentar dificultades para regular su nivel de actividad, atención y emociones. Una deficiencia en la integración sensorial también puede influir en la autorregulación, ya que el cerebro lidia con la tarea de procesar y organizar la avalancha de información entrante.
Impacto en el Rendimiento: Las dificultades sensoriales pueden ejercer un impacto negativo en el rendimiento académico y social de las personas con TDAH. La sobrecarga sensorial puede desencadenar distracciones y dificultades en la concentración, lo que a su vez agrava los síntomas del TDAH.