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¿Qué es la ansiedad por separación en los niños/as? ¿Cómo actuar?

Actualizado: 16 ago 2022

Durante el proceso de desarrollo, existe una ansiedad por separación que es normativa y esperable en el proceso evolutivo y usualmente comienza a disminuir a los 2 años y medio de edad, cuando los niños y niñas adquieren la llamada constancia objetal, que implica que se ha logrado interiorizar una imagen relativamente estable de la figura de apego, lo que le permite sustituir su presencia física concreta. Antes de esta la edad los niños no tienen completa seguridad de la existencia de los adultos cuándo desaparecen de su campo visual, es decir, no tienen la seguridad de que estos volverán una vez que se hayan ido.

¿En qué momentos la ansiedad por separación comienza a no ser esperable?


Lo que caracteriza al trastorno de ansiedad por separación (TAS), es la ansiedad excesiva o desproporcionada del niño/a en relación a la separación del hogar o de las principales figuras de apego (por lo general la madre) lo cual no está acorde a la edad del niño/a.

Según las últimas investigaciones, la edad promedio de inicio es a los 6 años de edad (Almonte, 543) y a diferencia de la ansiedad por separación común, el TAS se caracteriza por ser desproporcionado en relación a la estimulo y a lo esperable para la edad cronológica del niño/a, manteniendo un impacto negativo en el bienestar del niño, afectando el funcionamiento social, la vida familiar, rendimiento académico y salud física (Méndez, Orgiles & Espada,2010).


A continuación te presentamos los principales criterios diagnósticos según DSM-5:


1. Malestar excesivo y recurrente cuando se anticipa o vive una separación del hogar o de las figuras de mayor apego.

2. Preocupación excesiva y persistente por la posible pérdida de las figuras de apego o de que puedan sufrir algún daño, como enfermedad, accidente o muerte.

3. Preocupación excesiva y persistente por la posibilidad de que un acontecimiento adverso causa la separación de la figura de apego (por ejemplo, perderse, ser raptado).

4. Resistencia o rechazo persistente a salir, lejos de casa, a la escuela, al trabajo o a otro lugar por miedo a la separación.

5. Miedo excesivo o resistencia a estar solo o sin las figuras de mayor apego en casa o en otros lugares.

6. Resistencia o rechazo a dormir fuera de casa o a dormir sin estar cerca de una figura de apego.

7. Pesadillas repetidas sobre el tema de la separación.

8. Quejas repetidas de síntomas físicos (dolor de cabeza, dolor de estómago, náuseas, vómitos) cuando se produce o prevé la separación.




¿Cómo actuar frente a esta situación? (Méndez, Orgiles & Espada,2010).


1. Despedidas rápidas:

Siempre despídete de tu hijo/a, si te escapas o buscas irte en aquellos momentos en donde el niño no se de cuenta, le enseñarás que puedes desaparecer sin previo aviso, lo que podría intensificar la angustia. Las despedidas deben ser cortas y rápidas, quedarse más tiempo reforzará la ansiedad.

2. Constancia

Es importante establecer rutinas consistentes y predecibles.


3. Utiliza un lenguaje que el niño/a entienda

Los niños/as no tienen el mismo concepto y noción del tiempo que nosotros los adultos, Ej: En vez de decirle que volverás a las 15:00 opta por expresar que regresaras “después de almuerzo”.


4. Práctica y exposición paulatina a la separación

Ensaya momentos de separación por periodos breves de tiempo y refuerza positivamente sus logros.

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