Se debe tomar en conciencia que las relaciones familiares, son la primera instancia de sociabilización de niños y niñas que luego de a poco van ingresando al sistema social. Es en el sistema familiar donde se generan y potencian valores, normas, derechos y deberes, y se los prepara para desenvolverse en un futuro fuera de esta.
Hoy en día es difícil poner en pausa nuestras actividades diarias para prestar atención y escuchar lo que niños, niñas y adolescentes nos tienen que decir. Como adultos, en diferentes situaciones, tendemos a restarle importancia a su opinión, sin tomar en cuentas sus preocupaciones o intereses, obviando que se expresen y se sientan tomados en cuenta, no solo aporta en su desarrollo social y emocional, si no, también genera bases para una relación de mayor confianza en la adolescencia.
Al hablar de escuchar, nos referimos a una escucha activa, es decir, estar 100% presentes en la conversación, dejando de lado, celular, computador, trabajo, entre otros. Asimismo, es importante no interrumpir ni juzgar lo que nos comentan. De esta manera podemos conectar realmente con lo que nos quieren transmitir, y estamos teniendo un momento de calidad con nuestro hijo o hija, independiente de la edad.
Es importante identificar que el no juzgar, no se refiere a dejar de guiar y aconsejar frente a alguna situación de riesgo, o algo que no se debería hacer, si no, hacerlo desde el respeto, indicando la acción o conducta no a la personas.
El generar situaciones donde los niños, niñas y adolescentes se puedan expresar de manera libre, contando anécdotas de su día o simplemente hablando de algo de su interés, como su video juego favorito, sintiéndose tomamos en cuenta y escuchados por sus personas adultas significativas, contribuye a fortalecer su autoestima y confianza, tanto en ellos mismos, como en la relación con los otros.
Al realizar esta acción y crear estos momentos, estamos conociéndolos más día a día. Poniéndonos al tanto de diferentes aspectos, como quienes son sus amigos, juegos, actividades de interés, sentido del humor, y así ir identificando rasgos característicos de cada uno.
De igual manera, al forjar una relación de confianza, de escucha activa y respeto sobre sus opiniones, se abre la posibilidad que frente a situaciones complejas, como, por ejemplo, el sacarse una mala nota, haber sido retados en clases o discutir con algún amigo o amiga, ellos se acerquen y puedan conversar de manera libre buscando una solución en conjunto, al sentir la incondicionalidad con la que son tomados en cuenta.
Es importante mencionar que se ha identificado que al presentarse la familia como un apoyo incondicional, se potencian recursos protectores, tales como la unidad y la pedida de ayuda ante situaciones difíciles.
En ese sentido, la calidad de las relaciones en la familia genera modelos cognitivos que aportaran en la relación con los demás. Estos se ven influenciados por la percepción que se tiene sobre la disponibilidad del otro, y su capacidad de percibir un apoyo, tanto de los progenitores, como otras personas significativas dentro de la familia, abuelos, hermanos, tíos, cuidadores, por ejemplo.
Ahora bien, para lograr generar una mejor comunicación al interior de la familia, con todos sus miembros, independiente de la edad de cada uno, es fundamental que las personas adultas también puedan expresar sus situaciones diarias, intereses y, porque no, si se molestaron con algo, o una situación no es de su agrado, siempre con un respeto mutuo. Esto le brindará más confianza a los niños, niñas y adolescentes, de poder imitar la acción y abrirse a una comunicación fluida.
Por lo tanto, al tener espacios de confianza y respeto generamos en los niños, niñas y adolescentes una percepción de disponibilidad, tanto física como afectiva, y la sensación de incondicionalidad frente a distintas situaciones, lo que puede potenciar su autoestima, seguridad y mejorar la calidad de las relaciones, tanto familiares, como externas.
Referencias e Inspiraciones:
Gómez Cobos, E. (2008). Adolescencia y familia: revisión de la relación y la comunicación como factores de riesgo o protección. Revista Intercontinental de Psicología y Educación, 10, (2), 105-122. Recuperado de: Link
Psicóloga Elena Sanz en ¿Por qué es tan importante escuchar a los niños? Recuperado de: Link
Imágenes Recuperadas de Pinterest
Portada: Juan Francisco Cancelleri
Articulo: Pascal Campion
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