El autodiagnóstico, en términos generales, se refiere a la práctica de identificar en uno mismo un trastorno específico sin una evaluación previa de un profesional especializado en salud mental. Esta práctica se ha vuelto cada vez más común con la proliferación del uso de redes sociales por parte de niños y adolescentes, quienes tienen acceso inmediato a información sobre diversos trastornos. Sin embargo, la información disponible en línea a menudo no es interpretada de manera precisa, lo que puede llevar a la tendencia de auto-diagnosticar trastornos de salud mental como los trastornos del ánimo y de la personalidad (Gao, Zheng, Jia, Chen y Mao, 2020). Esta tendencia puede tener diversas implicaciones para la salud mental y el bienestar de los jóvenes, especialmente cuando los autodiagnósticos se basan en información incompleta o incorrecta.
En cuanto al término de autoconcepto, este se refiere a la percepción que una persona tiene sobre sí misma. En otras palabras, es la imagen mental que una persona tiene acerca de quién es, qué cualidades posee, qué capacidades tiene y cómo se ve a sí misma en relación con los demás y con el mundo que la rodea. Para Loperena (2008), el autoconcepto es una construcción propia del individuo, que se va estructurando a través de la interacción con su entorno y de las experiencias positivas y negativas que experimenta. Bajo esta misma idea, se puede mencionar que el autoconcepto se forma a partir de diversas fuentes de información, incluyendo las experiencias personales, las interacciones sociales, las comparaciones con los demás y los mensajes recibidos del entorno. Estas influencias pueden ser tanto positivas como negativas y pueden variar a lo largo del tiempo (Bayas Méndez, J. 2022).
El autoconcepto no es estático, sino que puede cambiar y desarrollarse a lo largo de la vida a medida que la persona adquiere nuevas experiencias, enfrenta desafíos y recibe retroalimentación del entorno. Es un constructo fundamental en la comprensión del comportamiento humano, ya que influye en la forma en que las personas perciben, interpretan y responden a su entorno y a sí mismas. Una autopercepción positiva puede contribuir a una mayor resiliencia y bienestar emocional, mientras que una autopercepción negativa puede estar asociada con problemas de autoestima y salud mental.
El aumento en el uso de internet y redes sociales es un fenómeno global que impacta diversas disciplinas, incluyendo la medicina y las ciencias sociales. Datos de la Subsecretaría de Telecomunicaciones de Chile revelan que más del 30% de la población con acceso a internet utiliza la red para buscar información relacionada con la salud (Subsecretaría de Telecomunicaciones de Chile, 2017). Esto sugiere que las redes sociales y otros recursos en línea se han convertido en fuentes importantes de información sobre salud para muchas personas, incluidos los adolescentes.
Sumado a lo anterior, según un estudio realizado por Jackson y cols. (2010) una baja autoestima estaría relacionada con un uso más frecuente de redes sociales. Los adolescentes, en particular, a menudo buscan aceptación o validación social a través de estas plataformas, lo cual afecta su bienestar y autoconcepto. La exposición constante a las vidas idealizadas de otros y la comparación social pueden exacerbar sentimientos de insuficiencia y afectar negativamente la autoestima y el autoconcepto.
Por otro lado, un estudio centrado en la población chilena de 18 a 35 años indica que la búsqueda activa de conocimientos psicológicos podría influir en la forma en que la población entiende, expresa y trata sus síntomas, incluso llevando a prácticas de autodiagnóstico de trastornos mentales. Esto podría afectar la motivación para buscar ayuda profesional y tener impactos en la subjetividad (Ampuero y cols., 2021). Los individuos que se autodiagnostican pueden sentirse más ansiosos o estresados debido a la percepción de padecer un trastorno mental, lo cual podría complicar su situación psicológica. Además, el autodiagnóstico podría llevar a la adopción de tratamientos inapropiados o a la postergación de la búsqueda de ayuda profesional adecuada.
A modo de conclusión, podemos afirmar que el fenómeno del autodiagnóstico de trastornos de salud mental a través de redes sociales representa un desafío significativo en la actualidad, especialmente entre adolescentes. La
interpretación errónea de información y la tendencia a buscar validación y aceptación en las redes sociales pueden influir negativamente en el autoconcepto y la autoestima de los jóvenes. Es esencial fomentar una mayor conciencia sobre los riesgos del autodiagnóstico y promover el acceso a información precisa y a servicios de salud mental profesionales para asegurar un apoyo adecuado y efectivo para los adolescentes.
¿Qué sugerencias podríamos considerar?
Supervisar el tiempo que sus hijos pasan en internet y en redes sociales.
Estar al tanto de los sitios web y aplicaciones que utilizan.
Utilizar herramientas de control parental para limitar el acceso a contenido inapropiado.
Enseñar a los adolescentes a ser críticos con la información que encuentran en línea.
Crear un ambiente en el que los adolescentes se sientan cómodos hablando sobre sus preocupaciones y emociones.
Preguntar activa y regularmente sobre lo que están viendo y aprendiendo en las redes sociales
Referencias
Ampuero, F., López, C., Núñez, F., Rojas, B., & Spalinger, F. (2021). La relación entre la búsqueda activa en páginas web y autodiagnóstico de psicopatologías. Investigando en un mundo en transformación, 14.
Bayas, J. (2022). Análisis del autoconcepto de adolescentes en relación al género. Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar, 6(1): https://doi.org/10.37811/cl_rcm.v6i1.1611
Gao J, Zheng P, Jia Y, Chen H, Mao Y, Chen S, et al. (2020) Mental health problems and social media exposure during COVID-19 outbreak. PLoS ONE 15(4): e0231924. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0231924
Loperena, M. A., (2008). EL AUTOCONCEPTO EN NIÑOS DE CUATRO A SEIS AÑOS. Tiempo de Educar, 9(18), 307-327.
Jackson, L. A., Zhao, Y., Witt, E. A., Fitzgerald, H. E., von Eye, A., & Harold, R. (2010). Self-concept, self-esteem, gender, race, and information technology use. Cyberpsychology & behavior : the impact of the Internet, multimedia and virtual reality on behavior and society, 12(4), 437–440. https://doi.org/10.1089/cpb.2008.0286
Subsecretaria de Telecomunicaciones (2017). IX Encuesta de acceso y uso de internet. Santiago, Chile: Brújula Investigación y Estrategia.
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