Se suelen usar los términos género y sexo de manera cotidiana, pero no siempre conociendo el significado ni la implicancias que tiene el uso de cada uno de estos conceptos. ¿Qué significa que una persona de sexo masculino se identifique con el género femenino? ¿A qué se refiere que una persona de sexo mujer no se identifique con el género femenino? Acá te entregamos ciertas definiciones para poder usar los conceptos de forma correcta y tips para poder conversar de esto con tus hijas/os. Recuerda que el lenguaje crea realidad y que es importante la manera en que nos referimos e interactuamos con el resto.
En la cultura occidental, impera un sistema binario en lo que respecta al sexo y el género, donde sólo se consideran dos categorías rígidas, co-dependientes y opuestas. Se espera que hombres masculinos tengan pene y que mujeres con vulva se comporten de manera femenina. Este sistema excluye a quiénes se reconocen fuera de estas dos categorías, como las personas transexuales o intersexuales.
Sexo y Género
El sexo biológico o también conocido como el “sexo asignado al nacer” responde a una condición biológica y genética, configurada en base a hormonas, genes y partes del cuerpo. Las personas intersex son aquellas personas cuya anatomía sexual no se ajusta físicamente a los estándares culturales para el cuerpo femenino o masculino. El sexo no determina la identidad de género ni la orientación sexual de una persona.
La anatomía es considerada uno de los criterios primordiales para clasificar a los seres humanos, sin embargo las características biológicas no son garantes de las características y roles sociales que se le atribuyen a lo femenino y masculino. Considerando esto, es que se comprende el género como la interpretación cultural del sexo. El género es a la cultura, como el sexo es a la naturaleza.
Entonces, el género se refiere a cómo la sociedad determina lo que implica pensar y actuar como niñas, niños, mujeres y hombres. Cada cultura y sociedad configura creencias, reglas informales y expectativas sobre cómo cada persona debe actuar según lo que significa su rol. Al pensar en género se atribuyen una serie de significados que distinguen estereotípica y binariamente el ser hombre de ser mujer como agresivo/pasivo, fuerte/débil, proveedor/maternidad, razonable/emocional, entre otras. El significado de masculinidad/ feminidad está determinado por el contexto educacional y cultural en que se desarrolla una persona.
Es en base a esta construcción social del “ser mujer” y “ser hombre” que agrupamos a las personas según estereotipos, asumiendo que por pertenecer a un determinado grupo, esa persona se ajusta a dicha visión generalizada o preconcebida. A través de los años y movimientos sociales dichas creencias y estereotipos se han ido modificando, comprendiendo que tanto capacidades, como cualidades y tareas pueden ser compartidas y llevadas a cabo por personas de distintos géneros.
¿Con qué género me identifico?
Una persona puede identificarse o no con el sexo asignado al momento de nacer. Las personas transgénero son quienes no se identifican con la identidad de género asignada al nacer y buscan transitar de género para manifestar el que realmente les identifica, construyen su identidad independientemente de tratamientos médicos o intervenciones quirúrgicas. Estas últimas son reflejo de la expresión de género, más que la identidad de género.
Las mujeres trans o transfemeninas son personas a las que se les asignó el género masculino al nacer y buscan transitar al género femenino. Por su parte, los hombres trans o transmasculinos son a quiénes se les asignó el género femenino al nacer y transitan hacia el género masculino. Las personas trans no binaries son quienes no se identifican con el género asignado al nacer y que transitan hacia un género neutro, fuera del binarismo femenino/masculino.
Por otro lado, quienes sí se identifican con el género asignado y por lo tanto no buscan transitar de género, se les denomina persona cisgénero. Culturalmente nos rige la cisnormatividad, de que todas las personas son cisgénero, donde se asume que a quienes se les asignó masculino al nacer siempre crecen para ser hombres y que aquellas que crecieron mujer son porque se les asignó femenino al nacer. Esta concepción nos imposibilita ver el género de manera fluida y comprender que las personas pueden transitar de género y expresarse dentro del espectro de género.
La identidad de género es una vivencia interna e individual, que se construye continuamente en el tiempo sobre el modo en el que se siente y expresa el género.
¿Y la Orientación sexual?
Independiente de la identidad de género, la orientación sexual es la capacidad de cada persona de sentir atracción afectiva, sexual y emocional por personas del mismo género, por un género distinto al propio o hacia más de un género. Una persona homosexual (cisgénero o transgénero) es quién se siente atraída hacia personas del mismo sexo; una persona heterosexual (cisgénero o transgénero) se siente atraída a personas del género opuesto al propio; las personas bisexuales (cisgénero o transgénero) son quiénes sienten atracción hacia más de un género; una persona pansexual es quien siente atracción hacia cualquier género; las personas asexuales, no sienten atracción sexual hacia ningún género, pero sí pueden atracción romántica hacia algún género. Dichas orientaciones sexuales pueden modificarse durante el tiempo.
¿Cómo conversar de género con mi hijx adolescente?
La adolescencia se caracteriza por ser una etapa de cambios corporales y psíquicos, donde se articula lo individual y sociocultural. Los y la jóvenes enfrentan un sinfín de transformaciones y vivencias, siendo una fundamental el desarrollo del cuerpo adolescente y su relación con la sexualidad, donde son recurrentes los cuestionamientos sobre la construcción de la identidad de género.
Durante este período se intensifica la presión por el entorno familiar, escolar y social de cumplir con los roles de género. Existen múltiples discursos de construcciones, comportamientos e implicancias asignadas a cada género lo cual genera la construcción de diversas identidades en torno al género. Los y las adolescentes se desenvuelven en torno a su subjetividad y a la instauración de formas conocidas sobre cómo vivir y explorar su sexualidad y género.
“En mis tiempos las cosas no eran así”, “ahora a todos les gusta todo”, “eso no es de señorita”, “compórtate como hombre” son frases que solemos escuchar de quiénes no saben cómo abordar las temáticas de identidad de género. En esta etapa se reproducen y construyen ideales sobre la identidad de género diferenciales para mujeres y hombres. Ante estos estereotipos e imaginarios atribuidos a cada sexo, los sistemas familiares y sociales tienen la responsabilidad de no naturalizar ciertas conductas y frenar la trasmisión de prejuicios.
Es importante que los jóvenes puedan sentir confianza con sus padres, madres o adultos /as significativos para acercarse a conversar sobre estas temáticas. Recuerda:
Mostrarte disponible para conversar.
Preguntar lo que no sabes o entiendes.
Hablar de los conceptos en forma libre.
No asumir ni reproducir estereotipos de género.
Respetar el género de los hijos/as y dirigirse a ellos/as según el nombre que hayan elegido.
Trabajar tus propios prejuicios sociales en torno a la identidad de género.
Transmitir apoyo y respeto.
Referencias bibliográficas
Martínez, A. (2012). Los cuerpos del sistema sexo/género. Revista de Psicología-Segunda Época, 12.
Fernández Olguín, D. (2012). Construcción de la identidad de género en adolescentes chilenas.
Organizando Trans Diversidades(OTD) (24 de Abril de 2021). Glosario. https://otdchile.org/glosario/
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