Desde Marzo del 2020, nos hemos visto afectadas/os por una crisis sanitaria la cual ha implicado, entre múltiples cosas, el adaptarse a formas distintas de educación, socialización y trabajo, así como a permanecer en confinamiento en el hogar.
Esta situación, ha significado un desafío especial para niñas, niños, niñes y adolescentes (NNA) quienes han perdido el espacio de la escuela presencial, restándoles y dificultando las instancias de aprendizaje y socialización. Del mismo modo ha aumentado la brecha de desigualdad en la educación en base al nivel socioeconómico, dado que la totalidad del estudiantado no cuenta con los medios y recursos para poder conectarse vía remota a clases ni dispone de un ambiente óptimo en el hogar para poder prestar atención a las clases. Situación que ha generado, que estudiantes de menos recursos socioeconómicos no puedan acceder frecuentemente a clases online a diferencia de las familias o entornos con mayor poder adquisitivo.
Durante el año pasado, algunos establecimientos educacionales adoptaron una modalidad híbrida opcional. Sin embargo, el ministro de educación Raúl Figueroa, declaró que durante Marzo del presente año se efectuaría el retorno total a las clases presenciales, destacando que entre las razones están el avance del proceso de vacunación y la necesidad de la recuperación del desarrollo de los aprendizajes y bienestar socioemocional de los y las estudiantes.
Cada NNA se comporta y reacciona de manera diferente en base a sus características y a cómo han integrado y enfrentado las experiencias vividas en la pandemia, es por esto que se hace importante estar atentos/as a cómo se desenvuelven en este nuevo proceso de adaptación. A pesar de lo incierto que es el escenario actualmente producto del alza de contagios, te entregamos una serie de consejos para acompañar el eventual retorno a clases para la población infantil y juvenil.
Reforzar las medidas de autocuidado: es muy importante que puedas comunicarles sobre lo que está pasando y que el período de contagio no ha finalizado. Cobrando relevancia el cuidado que realicen en el establecimiento educacional: uso de mascarilla, lavado de manos eficiente, distanciamiento social y uso de alcohol gel.
Conocer las reglas de cuidado del establecimiento: apoderados/as deben estar al tanto de las medidas que se tomen en el establecimiento educacional, para así reforzar esto en casa y disminuir la ansiedad del NNA al recibir el mismo mensaje de ambos lugares.
Transmitir tranquilidad y contención, con el fin de disminuir la ansiedad de infantes y adolescentes.
Conversar: acercarse a niñas, niñes, niños y adolescentes para explorar sobre sus emociones y sensaciones. El regreso a clases luego del confinamiento puede implicar emociones intensas, por lo que se hace fundamental la comprensión y conexión que sus cuidadores puedan brindarles.
Validar y normalizar las diversas emociones que puedan surgir en este nuevo periodo de adaptación. Para empatizar con NNA, los y las cuidadores deben ayudarles a reconocer las emociones y poner en palabra sus reacciones y comportamientos.
Los y las cuidadores pueden apoyar el retorno brindando una nueva rutina en la casa que se adapte a las nuevas medidas del establecimiento y otorgando espacios de distención en la casa para lidiar con la carga académica.
Asistir con tiempo durante los primeros días, para prevenir situaciones ansiógenas y que los y las estudiantes cuenten con tiempo para ambientarse a la sala de clases.
Contener a las y los estudiantes al volver a la casa, preguntar sobre la jornada y las emociones que se desprenden de esta. Intenta realizar esta dinámica cotidianamente para que los y las NNA se acostumbren y sientan la confianza de comunicar sobre sus días.
Prestar atención a los cambios conductuales y/o emocionales del niñe, niña, niño o adolescente, como por ejemplo conductas regresivas, agresivas, dificultades para dormir, ansiedad al ingresar al establecimiento, dificultad para acercarse a sus pares, entre otras. Es esperable que surjan cambios en sus conductas durante el período de adaptación. Si esto permanece, puedes consultar a un/a profesional de salud mental para apoyar el proceso.
Basado en artículo UNICEF
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