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Ps. Constanza Cabrera Huerta

Autoestima e infancia: cómo fomentar una autoestima sana


La autoestima es un aspecto esencial en el desarrollo psicológico y emocional de las personas, se entiende como  la valoración que el individuo tiene de sí mismo, donde se involucran emociones, pensamientos, sentimientos, experiencias y actitudes que la persona recoge en su vida (Mejía, Pastrana, & Mejía, 2011). Tiene relación con todas las valoraciones, positivas o negativas, que hacemos de nosotros mismos. Una autoestima saludable tiene que ver con aceptarnos tal y como somos, integrando tanto los aspectos positivos como negativos, haciendo una valoración objetiva y realista de nosotros mismos. (Roa, 2013).

 

La autoestima es un proceso dinámico que se desarrolla durante todo el ciclo vital a partir de la relación con otras personas y con el medio. En la infancia cobra un rol fundamental, pues tener una autoestima positiva permitirá al niño sentirse capaz de enfrentar desafíos, adaptarse a los cambios, crear vínculos significativos con otras personas, sentirse seguro y querido, favoreciendo un desarrollo saludable.

 

Son múltiples los factores que influyen en el desarrollo de la autoestima, dentro de los que se cuentan las características individuales de cada persona, pero también factores externos, en el caso de los niños, la familia y en especial la relación con los padres y cuidadores, son aspectos fundamentales que influyen en este proceso. (Roa, 2013).

 

Existen diversas estrategias y consideraciones que pueden implementar los padres y cuidadores para promover una autoestima positiva en los niños:

 

  • Demostrar amor incondicional: Los niños deben sentirse queridos y aceptados por ser ellos mismos, el amor y el cariño no se condicionan al rendimiento académico ni al buen comportamiento, y no debe ser usado como forma de castigo cuando nuestro hijo obtiene una mala nota o hace algo que no nos gusta. Un niño que sabe que es amado por sus padres tal y como es, es un niño que se sentirá valorado.

  • Proporcionar un ambiente seguro y de apoyo: Cuando un niño se siente escuchado y acogido dentro de su hogar, se sentirá seguro para dar su opinión, participar y comunicarse abiertamente sin miedo a ser rechazado. Los padres y cuidadores deben procurar que el niño se sienta como un miembro importante de la familia, donde sus opiniones son valoradas y sus preocupaciones son acogidas y tomadas en cuenta.

  • Evitar “personalizar” las críticas: Es muy importante estar atentos al lenguaje que usamos con los niños, las palabras negativas y las críticas constantes pueden tener un gran impacto en su autoestima y la forma en que se perciben a sí mismos. Una forma de evitar usar el lenguaje negativo es transformando las críticas hacia los niños en críticas hacia las acciones concretas. Por ejemplo, en vez de decir “eres muy desordenado” podemos decir “dejaste tu pieza desordenada”, de esta forma, evitamos poner una etiqueta negativa (y permanente) en la persona y ponemos el foco en la acción concreta.

  • Centrarse en el esfuerzo y no solo en los logros: Reconocer la dedicación y los avances de nuestros hijos, y no solo el resultado, los ayudará a desarrollar una mentalidad positiva y por lo tanto, una autoestima sana. Cuando solo destacamos el resultado final, e ignoramos el proceso y el esfuerzo, les damos el mensaje de que su valor como persona depende únicamente de sus éxitos.



Los padres y cuidadores cumplen un rol fundamental en el desarrollo psicológico y el bienestar de los niños. Sus acciones, palabras y actitudes tienen un gran impacto en la forma en que los niños se ven a sí mismos, y por lo tanto, en cómo se valoran. Formar un vínculo seguro y significativo con su familia les permitirá desarrollar su autoestima de un modo saludable y por lo tanto, desenvolverse adecuadamente en distintos ámbitos de su vida.

 



Referencias

 

Mejía, A., Pastrana, J. & Mejía, J. (2011). XII Congreso Internacional de Teoría de la Educación. La autoestima, factor fundamental para el desarrollo de la autonomía personal y profesional. Barcelona: Universidad de Barcelona

 

Roa, A. (2013). La educación emocional, el autoconcepto, la autoestima y su importancia en la infancia. Edetania 44, pp. 241-257.

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